Dislexia: qué es, sus síntomas, cómo diagnosticar y tratar
La dislexia es uno de los trastornos específicos del aprendizaje más comunes, afectando aproximadamente al 9-12% de la población europea. Suele manifestarse en dificultades para leer y escribir, lo que puede generar frustración tanto en niñes como en sus progenitores. Sin embargo, la detección temprana, el diagnóstico adecuado y un tratamiento personalizado pueden marcar una gran diferencia en el desarrollo del trastorno. Hoy te explico cómo identificar los primeros signos de dislexia, el proceso de diagnóstico y qué estrategias usar en una intervención efectiva.
¿Qué es la dislexia?
La dislexia es un trastorno neurobiológico que afecta la capacidad de leer de manera fluida y precisa. No está relacionada con la inteligencia, sino con la manera de que el cerebro procese el lenguaje escrito. Dicho de otra forma, se caracteriza por dificultades en reconocer con precisión las letras y palabras escritas y por errores en la ortografía escrita.
¿Cuáles son los síntomas de la dislexia?
Uno de los desafíos que nos encontramos progenitores y el profesorado es identificar los primeros síntomas o señales de dislexia. Los síntomas y predictores varían en función de la edad del niño o niña, de todas formas, continuación te enumero los más frecuentes:
1- Experimentar un inicio tardío del lenguaje: haber aprendido a hablar más tarde de los dos años o ver que durante el habla confunde las consonantes entre sí.
2- Tener dificultad en el aprendizaje de las sílabas y las letras: se refiere a la dificultad de asociar los sonidos con las letras o recordar el orden de las mismas, es decir, tener dificultades en la conversión de fonema a grafema y viceversa.
3- Dificultad en rimar o en identificar las rimas y sonidos similares: muches niñes tienen dificultades para reconocer las rimas o para descomponer las palabras en sonidos individuales, una habilidad conocida como conciencia fonológica o metalenguaje.
4- Notar dificultad en el dibujo o en el trazo de las letras: si empiezan a escribir la letra desde un origen diferente al que le enseñamos, si le cuesta unirlas entre sí o si escribe una letra diferente a la que corresponde en una palabra. Por ejemplo: «badre» en vez de «padre».
5- Tener una lectura lenta y/o poco precisa: si ves que para comprender lo que ha escrito o leído necesita releerlo varias veces y no lo recuerdan, si lee espacialmente lento o si se equivoca en el orden de las letras o sílabas dentro de una palabra, puede ser un signo de alarma de dislexia.
Si has notado alguno de estos signos en tu hijo o hija, es importante que busques a alguien para que haga una evaluación para obtener un diagnóstico claro.
¿Cómo se diagnostica la dislexia?
Independientemente de lo bien que nos lo pasamos en sesión de logopedia, venís a dormir de mí a trabajar en asuntos que os cuestan. Por eso, interrumpir el tratamiento durante un corto tiempo, como en verano o vacaciones de Semana Santa, etc. puede hacer que a la vuelta retomemos el tratamiento con mayor energía y alegría de volver a vernos.
El diagnóstico de dislexia, ya sea en adultos o en menores de edad, requiere de una profesional especializada que sea capaz de pasar pruebas o test de evaluación y de interpretar el resultado de las pruebas. Es importante que la persona que va a experimentar la evaluación vaya cada día que se la prueba descansada, para poder evaluar en las condiciones óptimas y más afines a la realidad del diagnóstico. El tipo de pruebas que suelen administrarse son:
- Pruebas cognitivas: a través de teste estandarizados, se mide la capacidad cognitiva para descartar otros problemas del desarrollo. Además el conocer el procesamiento de capacidades cognitivas diversas nos ayuda a entender mejor a la persona.
- Pruebas de atención y de funciones ejecutivas: es frecuente que las personas con dificultades en la lectura muestran también dificultades a la hora de planificar las tareas.
- Pruebas de competencia matemática: también es frecuente que las personas con dislexia tengan trastorno del aprendizaje matemático o discalculia, es decir, dificultades en el cálculo y en la interpretación de los problemas matemáticos.
- Pruebas específicas de lectura y escritura: test estandarizados que nos muestran en comparación con personas de la misma edad si existen o no estas dificultades en los procesos de la lectoescritura.
¿Cómo se trata la dislexia?
Una vez que se ha hecho el diagnóstico de forma individual y precisa, se diseña un plan de intervención personalizado para cada una de las personas. Dependiendo de la edad de la persona diagnosticada y de sus necesidades, se dan pautas oh se realiza una intervención logopédica.
- Tratamiento logopédico: las logopedas utilizamos programas que entrenan la conciencia fonológica, la decodificación y la fluidez lectora. Uno de los métodos más respaldados científicamente es en el fondo que fonológico que ayuda a niños y niñas a identificar y manipular los sonidos de las palabras (Torgesen, 2018).
- Apoyo emocional y familiar: es común que en las personas con dislexia se sientan frustrados y pierdan la confianza en sus habilidades. Como profesionales que acompañamos en el proceso es importante brindar apoyo emocional reforzar la autoestima y colaborar estrechamente con las familias, el profesorado y otros posibles terapeutas que acompañen a la persona. Si entre todos rebamos en la misma dirección, los resultados serán mejores y la persona se sentirá mejor.
- Adaptaciones en el aula: junto al diagnóstico adjuntamos un certificado en el cual se indican las modificaciones o ayudas que pueda necesitar el alumnado con dislexia en el aula escolar.
- Tecnología: hoy en día, existen herramientas tecnológicas que ayudan a las personas con dislexia. Como son los lectores de texto, las aplicaciones de reconocimiento de voz y programas de ortografía predictiva que facilitan la lectura y la escritura, permitiendo que la persona realice las tareas con mayor velocidad. También existen programas que usamos en la intervención de la dislexia, diversos y que se eligen para cada persona el más apropiado, en caso de ser necesario.
Para finalizar, añadir que detectar diagnosticar y la dislexia de manera temprana puede marcar una diferencia en la prognosis del trastorno (Snowlling, 2015). Cuanto antes se detecte y se empiece a intervenir, menores serán los síntomas.
Si tienes dudas de si tu hija o tú tenéis dislexia, ponte en contacto en el siguiente formulario:
También puedes leer más sobre la dislexia en mi blog en el que explico el trastorno específico del aprendizaje de una forma más empática y menos clínica.
REFERENCIAS:
Snowling, M. J., & Hulme, C. (2015). Annual Research Review: The nature and classification of reading disorders–a commentary on proposals for DSM‐5. Journal of Child Psychology and Psychiatry, 53(5), 593-607.
Torgesen, J. K. (2018). The theory and practice of intervention: Scientific and practical issues related to the role of phonological awareness in reading and reading disabilities. Journal of Educational Psychology, 90(1), 122-134.